Si hay algo que nunca se terminará de comprender es porqué asquerosa razón la gente se pasea mostrando el comienzo de sus aposentos. Intriga de pobremanera cómo hacen para no sentir el chiflete que atenta a la hipotermia de los vellos de dicho lugar.
Llega un momento en que uno se pregunta se esta grieta produce estalactitas en sus profundidades y quien las porta se siente cómodo con el afán de mostrar algo tan indeseable.
Hay casos que no resultan desagradables siempre y cuando le suceda a mujeres. Pero no a cualquier mujer, sino a aquellas de cuerpo bonito, que viven del gimnasio, cirujías y sólo comen lechuga y apio.
Por ejemplo: una muchacha camina apacible por Güemes y Alvarado en la ciudad de Mar del Plata, sin intenciones dobles, sufre la pérdida del boleto de colectivo que aboyaba en su mano. Ya que ella es fiel colaboradora con $5 mensuales a Greenpeace, y como bien se detalló, no tiene malas intenciones, se agacha a cooperar con la pulcritud del mundo, a la vez que muestra sus atributos y por ende, su minúscula tanga aleopardada.
Mientras tanto, la esquina marplatense aplaude la gracia del Señor. Esto, es un caso aceptable.
Como casos inaceptables fácil es citar dos ejemplos.
Profesión Obrero:
Es de pleno conocimiento que toda persona que incursione en esta labor, va a mantener media nalga por fuera de su vestimenta. La pregunta de todo el mundo es: ¿Por qué trabajan de culo a la vereda?
Profesión Plomero:
Si bien el pobre señor debe obrar en cuclillas, se pone en duda su incapacidad de sentir el vientito en la aya y ocasionales gotas de agua. Por lo tanto, ¿Por qué no se sube el pantalón con la mano que esté más desocupada?
El Univero a conspirado produciendo algo llamado moda, y gracias a la misma se poseé el conocido "Tiro Alto". Que no sólo se gesta como un estereotipo novedoso, sino que es quien puede reparar el daño visual que se nombró anteriormente.
Por lo tanto, quien ha usado alguna vez un boxer, sabe bien que sus intimidades, íntimas quedan.
Entonces, las personas se preguntan con firmeza y repulsión: ¿Por qué este tipo de operarios utilizan un bombachón de abuela estirado que la modernidad impulsó a llamar slip?
Y es en éste punto donde se encuentra la compasión, donde se da un giro al tema y las culpables son Ellas, las esposas y/o cónyuges de dichos trabajadores. Las mismas, con el sentimiento de ahorro a flor de piel, son las que compran Slips al por mayor cada muerte de obispo.
Por lo tanto, no son sus humildes maridos quienes tienen la culpa de este recorte de presupuesto que los obliga a vivir de calzones estirados, elásticos rotos y culos al aire.
Es probable que Esas, anden derrochando platales en diminutas tangas aleopardadas.
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