Luis José es "El Oso", un hombre alejado de la civilización que por decisión propia vive en el bosque de la Ruta 226, camino a Sierras de los Padres.
Los árboles altos y frondosos decoran aquel lugar, en otoño hasta la primavera, el suelo es un colchón de hojas secas de diversas tonalidades de marrones.
Luis José se adaptó fácilmente a vivir a la intemperie, su cuerpo robusto y forzudo es de gran ayuda a la hora de trepar inalcanzables ramas para escapar de algún peligro. Su naturaleza le desarrolló más vello corporal con el fin de combatir los crudos inviernos.
Personas que dicen haberlo visto aseguran que su apariencia es totalmente fuera de lo común. Debido a su físico e historia de vida, mucha gente lo encuentra como un personaje interesante y respetable, mientras que otros, sienten desprecio, gracia y se burlan de su persona.
"El Oso" recuerda con melancolía: "Yo vivía en el bosque muy contento, caminaba, caminaba sin parar". Las mañanas y las tardes eran suyas, y por las noches se tiraba a descansar.
"Pero un dpia vino el hombre con sus jaulas, me encerró y me llevó a la ciudad", cuenta Luis José con un tono de voz embroncado. Al Oso se lo llevó el dueño del "Circo Rodas" para que sea la mayor atracción de la temporada. "En el circo me enseñaron las piruetas, y así yo perdí mi amada libertad", se lamenta
"Conformate", le dijo un tigre viejo, un hombre disfrazado para el número de los payasos. "Nunca el techo y la comida te han de faltar", le aseguró el felino y agregó "Sólo exigen que hagamos las piruetas y a los niños podamos alegrar".
Ya han pasado cuatro años de aquel calvario, de esa lamentable vida. "Nunca pude olvidarme de todo, de mis bosques, de mis tardes y de mi", comenta con los ojos llorosos.
Ahora "El Oso" pisa el suelo de su bosque, otra vez el verde de la libertad. "Estoy viejo, pero las tardes son mías, estoy contento de verdad", asegura Luis José acostado en el suave colchón de hojas bajo la sombra y el aroma de un eucaliptus.
-¿Cómo lograste escapar del circo?-
-En un pueblito alejado, en una noche sin luna alguien no cerró el candado y yo dejé la ciudad-
Luis José, "El Oso" había estado recorriendo pueblos, ciudades, países y continentes. Tantos viajes no sólo lo cansaron y estresaron sino que también lograron desorientarlo más la suma de las ganas de irse de allí, no se dió cuenta que aquel pueblito alejado, era Santa Paula, aquella localidad a pocos kilómetros de su querido bosque.
Ivana Freije [Soundtrack: El Oso. Moris]
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