“Al viajar en camiones veía barrios que estaban destrozados, no quedaba nada, pero ibas a otro y estaba peor”, comentó el periodista Alfredo Ves Losada el lunes 17 de mayo de 2010 en una entrevista de una clase de primer año de periodismo general en el Instituto Superior DeporTEA al compartir su experiencia sobre el viaje que realizó a Haití para cubrir el terremoto.
“Cuando los medios están redefiniendo su lugar, son muy celosos de lo que se publica, y pueden aparecer ese tipo de cosas”, declaró Ves Losada al recordar su paso por Página 12 donde fue obligado a modificar una nota.
El periodista, en el 2007, realizó una investigación sobre irregularidades en la construcción de la central nuclear Atucha II que provocó la renuncia de toda la cúpula de la Comisión de Energía Atómica, si bien aún permanece abierta la causa.
-¿Cómo fue que llegaste a Haití? ¿Qué fue lo primero que viste?-
- Cuando ocurrió el terremoto en Haití estaba en Mar del Plata de vacaciones. Si hubiera estado en Buenos Aires le hubiera taladrado el cerebro a Gabriel Fux, el embajador encargado de cascos blancos, para que me subiera a algún avión con tropas.
Cuando volví de vacaciones, fui a tomar un café con él. Comenté que Perfil había mandado a cubrir a una persona que fue y volvió en el día. Que había sido un papelón. Gabriel me preguntó si me interesaba ir, mi respuesta fue que sí.
Cancillería logró un convenio con Aerolíneas Argentinas, y una semana después conseguí que convocaran a un grupo de periodistas para ir.
Llegamos a Punta Cana. Viajamos con un casco blanco hasta la capital de Haití. Ellos mandaban toneladas de arroz en un camión. El viaje duró 12 o 13 horas. A las 23 hs cerraba la frontera. Llegamos a las 2 de la madrugada, teníamos que esperar hasta las 5 de la mañana y después aguardar a que los miles de camiones pasaran.
En el predio militar de la ONU acampaban 600 militares argentinos. Estábamos en un lugar en donde habían muerto 200.000 personas. “Yo no sabía qué iba a buscar a Haití”. “Al viajar en camiones veía barrios que estaban destrozados, no quedaba nada, pero ibas a otro y estaba peor”. La ciudad estaba devastada.
Teníamos una semana para cubrir todo. El sábado a la madrugada mandé el material que tenía para que saliera en el diario del domingo. Cuatro páginas.
La última noche dormí a la intemperie.
“Cuando los medios están redefiniendo su lugar, son muy celosos de lo que se publica, y pueden aparecer ese tipo de cosas”, declaró Ves Losada al recordar su paso por Página 12 donde fue obligado a modificar una nota.
El periodista, en el 2007, realizó una investigación sobre irregularidades en la construcción de la central nuclear Atucha II que provocó la renuncia de toda la cúpula de la Comisión de Energía Atómica, si bien aún permanece abierta la causa.
-¿Cómo fue que llegaste a Haití? ¿Qué fue lo primero que viste?-
- Cuando ocurrió el terremoto en Haití estaba en Mar del Plata de vacaciones. Si hubiera estado en Buenos Aires le hubiera taladrado el cerebro a Gabriel Fux, el embajador encargado de cascos blancos, para que me subiera a algún avión con tropas.
Cuando volví de vacaciones, fui a tomar un café con él. Comenté que Perfil había mandado a cubrir a una persona que fue y volvió en el día. Que había sido un papelón. Gabriel me preguntó si me interesaba ir, mi respuesta fue que sí.
Cancillería logró un convenio con Aerolíneas Argentinas, y una semana después conseguí que convocaran a un grupo de periodistas para ir.
Llegamos a Punta Cana. Viajamos con un casco blanco hasta la capital de Haití. Ellos mandaban toneladas de arroz en un camión. El viaje duró 12 o 13 horas. A las 23 hs cerraba la frontera. Llegamos a las 2 de la madrugada, teníamos que esperar hasta las 5 de la mañana y después aguardar a que los miles de camiones pasaran.
En el predio militar de la ONU acampaban 600 militares argentinos. Estábamos en un lugar en donde habían muerto 200.000 personas. “Yo no sabía qué iba a buscar a Haití”. “Al viajar en camiones veía barrios que estaban destrozados, no quedaba nada, pero ibas a otro y estaba peor”. La ciudad estaba devastada.
Teníamos una semana para cubrir todo. El sábado a la madrugada mandé el material que tenía para que saliera en el diario del domingo. Cuatro páginas.
La última noche dormí a la intemperie.
Ivana Freije
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